Por Areli Ávila

A los expertos solemos preguntarles cuál es la mejor raza de ganado bovino que nos puedan recomendar, y en el caso del médico veterinario Servando de Loza, la respuesta es muy clara y contundente: “la mejor raza es la que mejor se le acomoda a tu rancho”.

En entrevista para el periódico AGRORURAL y en La Hora del Campo radio, el encargado de subastas ganaderas y organizador de exposiciones como la Expo Ganadera de Jalisco, explicó que la mejor raza no es la misma para todos, sino que debe cumplir con las necesidades del potrero, de su propósito y hasta del medio ambiente donde se encuentra.

También habló del rol que juegan los jueces en los procesos de las subastas, tan importantes para calificar al ganado que se oferta que además se muestra para su admiración y darle el valor que pretenden.

De acuerdo con el sitio de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en México existen alrededor de 30 razas utilizadas para la obtención de carne, entre las que destacan: Hereford, Charolais, Brahman, Nelore, Pardo Suizo Europeo, Indobrasil, Gyr, Beefmaster, Simmental, Limousin, Brangus, Angus, entre otras.

En cuanto a las razas que destacan para la producción de leche están Holstein Fresian y Pardo Suiza Americana. Pero ¿cuál elegir?

Para el experto, las mejores razas para los climas templados serían las europeas, pero si el rancho está en Puerto Vallarta o en otras zonas costeras, que presentan mayores desafíos, entonces recomendaría elegir la Brahman, de color gris o rojo, por ejemplo.

“Hay una raza orgullosamente mexicana que es el Sardo negro, también tenemos muy buenos criadores de Bullserat, de talla muy alta, muy vistosa, por sus cuernos puntiagudos se ve muy elegante; también la raza Gyr y la raza Nelore”, comentó De Loza.

Añadió que existen razas que han predominado en México como la Charolais, de origen francés y con más de 80 años en el país y de una tall

a superior. De igual manera, se tiene influencia de la Charolais de Norteamérica, pero también se cuenta con una raza Charolais mexicana, de talla más moderada que las que venían desde Europa.

“Los animales de Francia, donde 4 meses al año se la pasan encerrados comiendo heno, no necesitan caminar para obtener su alimento; son animales de una talla muy alta, los sementales llegan a pesar mil 300 kilos, (pero) para los campos de México no eran viables, por lo que se bajó la talla a animales de 900 kilos y vacas de 700 o 650 kilos, que les permite caminar más”, explicó.

Las mejores razas lecheras

 

 

Por otro lado, si el rancho tiene como propósito la producción de leche De Loza recomendó elegir entre estas tres razas: la Holstein, que brinda mayor volumen; la Pardo Suiza Americana, y la Jersey, de talla más chica, pero que produce leche con mayor grasa, ideal para hacer quesos.

Existen razas a las que se le llama de “doble propósito”, que producen tanto leche como carne. Para ello, el experto afirmó que la mejor es la Simmental, por su influencia alemana que suele ser más lechera.

 “También existen razas llamadas “de hibridación” en las que se cruzan dos razas en busca de mejoras. Algunos ejemplos que mencionó fueron la Charbray, derivada de la cruza de Brahman y Charolais, que tiene la capacidad de caminar durante más tiempo; la Simbrah, proveniente de la cruza de Simmental y Brahman, muy popular en el sur del país, y la Brangus, a partir de Angus y Brahman, que logra mejorar ambas razas”, dice Servando de Loza con sus comentrarios.

La raza Charoláis es admirada por su corpulencia y muy reconocida por los ganaderos por su ganancia de peso al destete y su carne con grasa periférica, es muy estimada entre los criadores mexicanos de ganado en los ecosistemas del territorio nacional.

¿Y qué dicen los jueces?

Continuando con la conversación, Servando De Loza compartió su visión sobre la importante labor de los jueces para el desarrollo de la ganadería.

“Hablar de un juez (que califica ganado en exposiciones y concursos) es hablar de alguien que tiene la honrosa responsabilidad de emitir un juicio sobre un animal, tiene que tener conocimientos técnicos de la raza como las alturas y los pesos, pues no es lo mismo hablar de un Limousin que de un Angus”, consideró el también técnico autorizado por la Asociación  Angus Mexicana, A.C.

Para empezar, el juez debe saber las características físicas típicas de cada raza y buscarlas en el animal que está evaluando. Por ejemplo, a días del destete el ganado Angus puede pesar 200 kilos, pero el Limousin, por lo general pesa 240.

También debe saber que al cumplir 14 meses, el Angus ya alcanzó su máxima altura y es cuando empieza a “marmolear”, es decir, a infiltrar grasa en el tejido muscular, razón por la cual su carne es tan suculenta. Mientras tanto, el Limousin sigue creciendo en músculo, pero

no infiltra grasa.

Además de estas diferencias en el peso y la talla, el enjuiciador debe saber sobre el color del pelaje: el Angus debe ser completamente rojo o negro, mientras que el Charolais debe ser blan

co.

Por otro lado, en México es característico que el ganado tenga que caminar para conseguir alimento (pasto), ya sea en la zona norte, que es más complicado, como en el sureste. Por ello, otra cualidad que se busca en el ganado son los aplomos, es decir, las líneas verticales que determinan la dirección de los miembros o patas. De ahí que los animales deban estar bien parados y caminar bien.

El jurado también debe determinar la calidad del lomo del animal, que preferentemente deberá ser amplio, ya que al final se busca que de éste se obtengan los cortes más representativos, como lo son el rib eye, el lomo y el porter house.

En el sector ganadero es común que en ciertos eventos algunos ejemplares queden en primer lugar, en otros en segundo, e incluso, en tercero. Esto no quiere decir que la determinación de los jueces haya sido errónea, sino que es importante reconocer que cada evaluación es única e irrepetible y que depende de diversas variables, muchas veces fuera del control del mismo cuidador.

“Tiene que ver si el animal llegó bien preparado, bien comido, o a lo mejor ese día se lastimó al bajarse en la expo. El juez está calificando al animal en el momento, puede ganar tres o cuatro campeonatos, pero si ese día venía cojeando, o venía nervioso, puede bajar de nivel”, mencionó.

Por esa razón, algunas asociac

iones han implementado un modelo de juzgamiento diferente, en el que se toman en cuenta los diferentes estados productivos del animal y los distintos momentos durante el año.

“La asociación Charolais tiene un Circuito Charolais y en Angus se tiene a la Liga de las Estrellas, donde se hace un calendario. (Digamos que) Vamos a empezar el año en Arandas en enero, Tepatitlán en abril, Lagos de Moreno en septiembre y la Expo Ganadera en octubre. Entonces están juzgando al mismo animal diferentes jueces, en diferentes estados productivos y diferentes momentos”, explicó.

 

“A lo mejor la vaca llegó en enero y estaba gestante, a lo mejor en Tepa ya estaba parida, y en octubre estaba otra vez gestante, entonces son diferentes jueces que juzgan a un mismo ejemplar en diferentes estados fisiológicos o reproductivos, y esto te da más certeza, entre más repetición (de triunfos) más confiabilidad”, aseguró.

 

Si un juez decide que cierto toro o vaca es el ganador en un evento, otro juez coincide con él y gana en otro evento, y un tercero también, quiere decir que se trata de un animal superior.

“Este ejercicio ha permitido brindar mayor valor a los animales. (Una cosa es que sea un) animal de registro, sí. Con estándar racial, sí. Pero (que sea un animal) más pegado a la excelencia, eso es otra cosa”, concluyó.

El conocido juez norteamericano Dakota Smith, participa en las Subastas que organiza CRIALTOS

PARA RECORDAR:

La raza Angus, a detalle

El Patrón Racial Angus, publicado en el sitio oficial de la Asociación Angus Mexicana, A.C., explica que esta raza se caracteriza por nacer sin cuernos y transmitir esa característica a su descendencia, contar con un temperamento activo, pero no agresivo, así como “mostrarse ágil en sus desplazamientos, demostrando aplomos correctos y articulaciones fuertes”.

“El becerro Angus es liviano al nacer (entre 30 y 40 kg) con buenas ganancias de peso al destete y al año. A medida que crecen, deben mantener un tamaño moderado y largo en relación con la profundidad y masa corporal, con miembros bien aplomados y sólidos”, menciona.

La asociación continúa explicando que las líneas modernas del Angus “muestran una alzada que les permite desplazarse con facilidad sobre vastas zonas de pastoreo en busca de agua y comida, así como el largo necesario para agregar kilos de carne extra en la canal”.

 

Para consultar mayor información sobre esta fascinante raza Angus, visite:

www.crialtos.comhttps://angusdemexico.com/raza/patron-racial/

PARA SABER:

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural explica que la ganadería bovina es la que se dedica a la crianza y domesticación del toro y la vaca, y que de esta actividad derivará la producción de alimentos como leche y carne para consumo humano y otros artículos.

En México, el ganado Charbray, se usa principalmente para la producción de becerros de mayor talla y ganancias de peso, que respondan favorablemente a las condiciones de algunas regiones agroecológicas (trópico y subtrópico)

Raza Brangus. Ejemplar en una publicación de la Expo Ganadera