La visita de campo y redacción.- Periódico AGRORURAL
Personas como Miguel Castillo que por necesidades económicas emigró muy joven de su natal Ayotlan, Jalisco a Estados Unidos, hoy ya de regreso a su pueblo, en su tierra campirana, es un ejemplo de agroemprendedor que ante los infaltables retos y desafíos está muy decidido a consolidar un proyecto que soñó desde muy joven y que ya está en operación: trabajar un rancho con producción de agave, aguacate y limas, además de un criadero de mulas.
Miguel, un hombre de profundas raíces rurales, compartió la historia de su viaje de más de 30 años de trabajo intenso en Estados Unidos hasta regresar y trabajar de lleno en la producción de agave y la creación de su propia marca de tequila. Este proyecto no solo representa un logro personal sino también una contribución al bienestar de su familia.
“Yo soy del campo, mis padres se dedicaron a la agricultura y yo desde muy niño me enseñé a cumplir con las responsabilidades; éramos muy pobres y carecíamos de lo más esencial y yo sufría, pero siempre me rondaba en el pensamiento que todo era pasajero si hacia un esfuerzo para salir adelante y apoyar a la familia. Hoy me siento orgulloso de ser un agricultor que está en el lugar donde uno nació”
La Raíz de un Sueño
Miguel ha estado involucrado en la producción de agave desde su infancia. Creció en Ayotlán, que anteriormente se llamaba Ayo el Chico en la región de Los Altos y desde muy joven se sumergió en el trabajo del campo. Recuerda con nostalgia los días en que, junto a su familia, cuidaba unos agaves y soñaba con algún día tener los suyos y su propio tequila. “Desde niño, mi sueño siempre fue tener un tequila con mi propia marca. El agave ha sido parte de mi vida y mi amor por esta planta me llevó a invertir tiempo y esfuerzo para hacer realidad este sueño”.
“Allá por allá en los años 70`s, a mis 8 años, hacía trabajos de arriero, ayudaba a los jimadores, cargaba las mulas para trasportar las piñas de agave, pero también buscaba algún trabajo que nos ayudara con dinero para irla pasando porque en aquellos tiempos en el pueblo no había facilidad para conseguirlo. Yo en ese entonces no sabía leer y era malo para escribir, así que imagínense lo doblemente difícil para salir adelante”.
Con penurias y sacrificios teniendo 17 años de edad y apoyado por un tío se va a Estados Unidos, a California a buscar oportunidades donde fue logrando adaptarse y tener trabajos de 8 a 12 horas diarias, empezando el día desde las 5 de la mañana y también dedicado a estudiar español e inglés al mismo tiempo.
“Fueron varios años lejos de mi tierra; muchos aprendizajes, porque trabajé en los campos de fresa, fui ayudante en talleres de costura, tomé cursos de mecánica automotriz y llegó la oportunidad de trabajar en un taller realizando cambios de aceite y afinaciones donde fui jefe de taller; me involucré en el negocio de bienes raíces y también en agencias de autos en las empresas Nissan, Hyunday y Kia que fue mi último trabajo para ya regresarme definitivamente a mi querido pueblo y rancho Mesa Colorada”.
“En esa época lejos de mi terruño y durante el paso del tiempo me decía que pronto descubriría un tesoro cuando regresara, tendría que buscarlo y encontrarme con él. No me imaginaba que lo que me enseñaron mis padres, mis abuelos y los amigos dedicados al cultivo del agave, ahora muy popular, iba a ser mi tesoro”.
“Desde que estaba en Estados Unidos, empecé a guardar y meter dinero para plantar agave y así lo hice por mucho tiempo; he vivido de todo porque por ejemplo en algunos años de finales de los 90`s y del dos mil, cayeron los precios del agave y siento que tuvimos algunas pérdidas, pero no nos desanimamos, insistimos y le seguimos invirtiendo pero aun así, nunca abandoné la idea de hacer mi marca de tequila”.
¿Por qué? Porque es mi tesoro y de pronto pensé: me apellido Castillo y de ahí me brotó la idea de poner el nombre de tesoro de Castillo, no el tesoro de Miguel, entonces este fue el tesoro que me encontré y es mi sueño hecho realidad y desde entonces trabajando en esta etapa de seguir produciendo el agave para elaborar tequila con este nombre”.
El Viaje hacia la creación de «Tesoro de Castillo»
En 2016, decidió dar el paso y comenzó en la creación del «Tesoro de Castillo», un tequila que busca capturar la esencia y autenticidad de Ayotlán. «Tesoro de Castillo» no es solo una marca de tequila, es la culminación de años de trabajo duro, dedicación y sueños. Miguel describe las diversas etapas de la producción de tequila, desde la siembra y el cuidado del agave hasta la destilación y el embotellado.
Cada paso del proceso es crucial para garantizar la calidad y autenticidad del producto final. “Crear una marca de tequila no es fácil, requiere una inversión significativa, no solo en términos financieros, sino también de tiempo y esfuerzo. Pero para mí, cada sacrificio ha valido la pena porque este tequila representa mi vida y mi amor por el agave”, es la VOZ de Miguel.
También habla sobre los desafíos de comercializar el producto en un mercado saturado con más de 2,000 marcas o etiquetas de tequila registradas. A pe
sar de estos desafíos, se muestra optimista y confiado en que «su” tequila se destacará por su calidad y autenticidad.
El Valor del Apoyo Financiero
Una parte crucial del éxito de Miguel ha sido el apoyo financiero recibido. La importancia de las instituciones que respaldan a los productores rurales y pequeños emprendedores, ayudándolos con créditos, con capacitación, con asistencia técnica y financiera es fundamental para sostener a las pequeñas empresas con un horizonte de permanencia de largo plazo. Miguel agradece el apoyo recibido de la Financiera Consede destacando que sin este, hubiera sido mucho más difícil lidiar
en un mercado tan competido.
Un futuro Prometedor
Miguel Castillo no solo busca posicionar su marca en el mercado, sino también contribuir al bienestar de su comunidad y preservar la ahora tradición agavera y tequilera de Ayotlán. A través de su enfoque en la calidad y la autenticidad, espera inspirar a otros productores a seguir sus sueños y a valorar la importancia del agave como materia prima para elaborar el tequila que cada día crece su consumo no solo en México sino en varios países del mundo que degustan este bebida ya ícono de Jalisco. “Si crece el consumo, crece la producción de tequila y crece la producción de agave, una cadena interdependiente y ahí vamos todos”.
Miguel está presente por su perseverancia y es admirable su dedicación al trabajo. En el 2021 inició el reto de plantar aguacate, producto que ya cosecha y el pasado año con plantaciones de lima dulce, un cítrico que por años fue una actividad productiva de esta región y del municipio de Atotonilco que por diversas razones bajó su producción, actividad que ahora varios agricultores la están retomando como es el caso de Miguel.
El Periódico AGRORURAL destaca la importancia de apoyar a las y los productores rurales, de reconocer el valor y el esfuerzo de su trabajo. Es darles voz a los agricultores para compartir sus vivencias.
«A los agricultores del agave, les digo: júntense y transfórmenlo en producto; el tequila se puede producir mediante la modalidad de maquila, hay muchos ejemplos exitosos; de que se puede, se puede».
Miguel Castillo: “Aquí nace el tequila, en el suelo; es parte de nuestra identidad y “Tesoro de Castillo” espero sea símbolo de la calidad y la tradición, que inspire a seguir sueños”.
Miguel se ha puesto a desarrollar un criadero de mulas para acompañar el trabajo rudo y apoyar a sus compañeros agricultores, además de rescatar a estos animales que históricamente ha sido muy utilizados en tareas que req
uieren de fuerza o resistencia, como medio de transporte, y en la agricultura, para arar los campos y en otras tareas. Son animales muy curiosos e inteligentes, a veces tercos pero también de compañía.
El soporte financiero es esencial para los pequeños productores. A Miguel le ha permitido trabajar también con aguacate y lima