Luis Goya Narganes
La agroindustria mexicana se enfrenta a un futuro desafiante: alimentar a una población creciente con recursos cada vez más escasos. Para superar este reto, la Inteligencia Artificial (IA) se perfila como una aliada invaluable. Por ejemplo:
Optimizando la producción: En la agricultura de precisión, la IA permite analizar datos del suelo, clima y cultivos para determinar las necesidades específicas de cada parcela. Esto se traduce en un uso más eficiente de la mano de obra, del agua, fertilizantes y pesticidas, aumentando la productividad y reduciendo el impacto ambiental.
En la predicción de enfermedades y plagas: Al analizar patrones históricos y datos en tiempo real, la IA puede predecir, con mayor precisión, la aparición de enfermedades y plagas, permitiendo a los agricultores tomar medidas preventivas y minimizar pérdidas.
En el riego inteligente: La IA puede automatizar el riego, ajustándolo a las necesidades específicas de cada cultivo y las condiciones climáticas, optimizando el uso del agua, un recurso vital en México.
Fortaleciendo la cadena de valor: En la trazabilidad, la IA facilita el seguimiento de los productos desde el campo hasta el consumidor final, mejorando la transparencia y seguridad alimentaria. En la gestión de inventarios, la IA puede optimizar la gestión de stocks, evitando pérdidas por mermas y desabastecimiento. En el análisis del mercado, permite a los productores comprender mejor las tendencias del mercado y tomar decisiones estratégicas sobre qué, cómo y cuándo producir.
En los mercados internacionales: La IA puede analizar datos del mercado y tendencias para identificar oportunidades de exportación. Esto ayuda a adaptar los productos a las demandas específicas de los mercados internacionales.
Calidad y seguridad alimentaria: Los sistemas de visión por computadora y análisis de imágenes pueden utilizarse para inspeccionar la calidad de los productos agrícolas y detectar posibles contaminantes o defectos. Esto garantiza que los productos exportados cumplan con los estándares de calidad y seguridad alimentaria internacionales, lo que puede mejorar la reputación y la competitividad de la agroindustria mexicana en los mercados internacionales.
Ejemplos de éxito en México: Rurusi, una aplicación móvil desarrollada por estudiantes mexicanos, utiliza IA para brindar a los agricultores información sobre el clima, plagas y enfermedades, así como recomendaciones para mejorar sus prácticas agrícolas. Meteum es una plataforma que ofrece a los agricultores información meteorológica en tiempo real, ayudándoles a tomar mejores decisiones sobre riego y manejo de cultivos.
A pesar de su potencial, la adopción de la IA en la agroindustria mexicana aún enfrenta algunos desafíos; por ejemplo, el acceso a la tecnología. La inversión inicial en tecnología de IA puede ser un obstáculo para algunos pequeños y medianos productores. La falta de capacitación: es necesario brindar capacitación a los agroindustriales para que puedan utilizar las herramientas de IA de manera efectiva. La conectividad: la falta de acceso a internet en zonas rurales limita la adopción de la IA.
Superar estos desafíos requiere un esfuerzo conjunto del gobierno, las empresas tecnológicas y los propios agricultores. El gobierno puede invertir en infraestructura digital y programas de capacitación. Los empresarios, a través de sus organismos empresariales, deben presentar este tipo de propuestas a todos los órdenes de gobierno. Las empresas tecnológicas pueden desarrollar soluciones de IA accesibles y adaptadas a las necesidades del sector agropecuario mexicano. La academia puede desarrollar programas especializados, donde la IA potencialice a la agroindustria mexicana. Los agroindustriales deben estar abiertos a la innovación y dispuestos a aprender a utilizar las nuevas tecnologías.
La IA tiene el potencial de transformar la agroindustria mexicana, haciéndola más productiva, sostenible y competitiva. Aprovechar esta oportunidad requiere del compromiso y la colaboración de todos los actores involucrados.
Luis Fernando Goya es especialista en mercados internacionales, capacitador en comercio exterior e investigador de tecnologías de la información. Su artículo es elaborado con el apoyo de la IA.