Muchos agricultores han puesto la atención en los beneficios de la polinización, sin embargo sólo la han utilizado de manera muy informal; rentando colmenas de apicultores y poniéndolas en sus cultivos sin medir su actividad o eficiencia.
Aún falta entender plenamente las oportunidades de optimización que existen en la polinización y cómo esto podría impactar no sólo en el volumen de la producción de frutas sino también en calibre de las mismas.
Así lo explica Matías Viel, fundador y director de la agroempresa Beeflow, que se ha dedicado al estudio de la polinización de las abejas y que ha innovado en tecnologías para provocar que las abejas trabajen específicamente en el cultivo de referencia. Con ello se quiere decir que han llevado a cabo investigación y desarrollo de tecnologías que brindan grandes beneficios al productor.
Matías Viel quien durante varios años lidera un equipo que investiga el trabajo que realizan las abejas en los procesos de polinización, en el marco del Congreso de Aneberries, conversó con Hugo Rangel de AGRO21 sobre este tema y en particular del porqué no se ha aprovechado al máximo el beneficio de estos admirables insectos.
«Hasta ahora, los agricultores han manejado la polinización de sus cultivos de una manera muy informal, rentando colmenas, poniéndolas en sus cultivos y esperando que la naturaleza hiciera lo suyo para que las abejas hicieran bien su trabajo, sin entender muy bien qué oportunidades de manejo y optimización existían en la polinización y cómo eso podía impactar no solamente en el volumen de las cosechas sino también en el calibre de las frutas», explica en este resumen de la entrevista para AGRO21.
Abejas y su importancia.- Para el profesional de la polinización de cultivos por medio de las abejas, en la agricultura siempre se ha pensado en ellas aunque mayormente en el sentido de la producción de miel, y ellas tienen un rol mucho más importante en el mundo y la producción de alimentos.
Señala que se considera que el 70 por ciento de los cultivos en el mundo, dependen de la polinización que hacen las abejas para transformar flores en frutos y semillas.
«La contribución de las abejas al polinizar los cultivos representa más de 500 mil millones de dólares en valor económico. Sin embargo, en los últimos 50 años, ha habido grandes innovaciones en la agricultura: en genética, sistemas de irrigación, nutrición, manejo de filtros sanitarios, pero la polinización ha sido un tema olvidado», expresa.
Y este olvido va correlacionado con la falta de herramientas del agricultor para medir la polinización. En sus andares, Matías se ha encontrado con una respuesta casi común al preguntar a agricultores de varios países: “¿Cómo mides la polinización?”.
«En general, me encuentro con una sola respuesta: los agricultores no miden la polinización en el cultivo, entendiendo esto por cuántas visitas hacen las abejas a las flores y cómo ese valor impacta en la productividad del cultivo”, argumenta.
Y abunda: “Tampoco hay información respecto a cómo los agricultores toman decisiones sobre cuántas colmenas por hectárea necesitan en su cultivo para polinizar. Algunos ponen tres, otros cinco, algunos otros diez, y no hay un dato del cultivo que utilicen los agricultores, hoy, para tomar esa decisión”.
Sin comunicación.- Sobre el tema que amenaza a las abejas y que deriva, principalmente, en el uso de agroquímicos, Matías Viel, expresa que aunque es un tema serio, puede tener su origen en la falta de comunicación entre los encargados de controlar las plagas y los responsables de la polinización.
En este aspecto, considera que los programas fitosanitarios que hoy se practican en México y en muchas otras partes del mundo, no consideran, para nada, los programas de polinización.
“Lo que sucede hoy, es que el programa fitosanitario de la agricultura no es amigo del programa de polinización, no se complementan. La persona que maneja los fitosanitarios y la otra persona que maneja polinización no conversan para coordinar que productos se van a utilizar, elegir los menos tóxicos para las abejas y acordar en cómo y cuándo los van a aplicar. Lo que falta en agricultura a nivel mundial, es más comunicación, porque yo te aseguro que los agricultores no quieren matar abejas, sin embargo, como no conversan con los que verdaderamente saben de la polinización y tampoco miden el impacto que tiene la polinización, hoy, hay muchos problemas en la agricultura de pérdida y mortandad de abejas por productos que no son adecuados”, menciona.
Comenta que en México, han tenido muchas experiencias de éxito en el “resguardo de la salud de los polinizadores” cuando los agricultores pudieron abrirse a los conocimientos que proporciona la empresa Beeflow.
Cuando los agricultores han sabido escuchar las opiniones que dan los expertos con lo que trabajan, se ha podido sincronizar los programas de aplicación de insumos fitosanitarios con los programas de polinización y los resultados han derivado en mejor producción, sin mortandad de abejas.
“Eso, tiene un impacto directo en la productividad del cultivo porque si aplicas un producto que mata abejas, tienes menos abejas llevando polen a tus flores, y con menos abejas llevando polen a tus flores, tienes menos toneladas por hectárea. Es una relación de ganar-ganar, si hay sincronía en la agricultura entre la polinización y el manejo de agroquímicos”, insiste.
La empresa.- La empresa que fundó Matias Viel, se llama Beeflow y nació en Argentina en el 2006. Para el año 2017 ya tenían una base en Oxnard, California, pero a México llegó en el 2021 a través de los Congresos de Aneberries. Beeflow es una compañía que brinda asesoría en polinización a la agricultura a través del manejo de la polinización con innovadoras tecnologías, patentadas que utilizan en la alimentación de las abejas para mejorar su actividad polinizadora, y con aplicación de conocimientos científicos para medir y analizar la eficiencia de polinización, señala Matías Viel.
Sus métodos de trabajo están llevando a los productores a mejorar su productividad, calidad de fruta a cosecha y a mejorar la eficiencia de las abejas polinizando sus cultivos.
“Por un lado, ofrecemos tecnología patentada que nos ayuda a que las abejas trabajen mejor a bajas temperaturas y condiciones adversas, y por el otro, una tecnología que nos ayuda a que las abejas se enfoquen en el cultivo objetivo aunque no sea tan atractivo para ellas, y no se distraigan con otras flores”, comenta.
Pone como ejemplo el trabajo de polinización en una granja, cuando un agricultor tiene que polinizar un cultivo de arándano y tiene también un cultivo de frambuesa en flor; la frambuesa en general, es un cultivo que produce mucho néctar y las abejas se distraen con ese cultivo y no visitan el cultivo de arándano.
«Beeflow trabaja con una tecnología en base a perfiles de volátiles de las flores, que son las fragancias de las flores de los cultivos que vamos a polinizar, para que las abejas visiten con más frecuencia esos cultivos. A través de la alimentación de las abejas, condicionamos su memoria para que tengan más atracción al cultivo objetivo. No aplicamos nada sobre el cultivo, sino que manejamos a las abejas, de una manera distinta, para ayudar a que las flores reciban más polen y más óvulos se fecunden y eso se traslada en más semillas y en mayor tamaño de los frutos», menciona.
Redacción.- AGRO21 Comunicación Rural