Juan Fernández del Valle
Por los inicios de nuevos ciclos productivos agrícolas, hago las siguientes reflexiones para los lectores de este medio de comunicación.
Con esta será la tercera vez consecutiva que cito el libro de Eclesiastés en el Periódico Rural AGRO21: “La historia no hace más que repetirse; ya todo se hizo antes. No hay nada realmente nuevo bajo el sol”.
Una de las premisas del análisis técnico es que la historia se repite. Déjeme platicarle una historia.
Aristóteles —cuyas ideas han brindado gran influencia al pensamiento occidental durante más de dos milenios — reseña en su obra Politikí ( Πολιτικα) — Política — un interesante relato.
El filósofo griego relata que, Tales de Mileto — en el siglo VI a.C. —previó que habría una gran producción de aceituna mucho antes de la cosecha, mucho antes — incluso — de que los árboles entraran en floración.
Convencido de ello, por la información que le preveían sus análisis técnicamente elaborados por sus amplios conocimientos de astronomía y matemáticas, se acercó a los molineros a quienes ofreció — como fianza de cumplimiento — el poco dinero del que disponía para arrendar todos las prensas, las cuales alquiló a bajo costo pues — al no ser época de molienda — no había competidores.
Llegado el momento — tal y como lo había anticipado— la cosecha se presentó abundante y — siendo Tales quien tenía el usufructo de todos los molinos de la zona — muchos lo buscaban — a la vez y con desesperación — para extraer el aceite de sus aceitunas. Frente a este escenario de alta demanda optó por realquilar los molinos logrando importantes ganancias.
Imaginemos un poco lo que pudo haber pasado por la cabeza del filósofo griego. De acuerdo con esta anécdota, Tales de Mileto contaba con información relevante — obtenida de sus análisis — que le brindó elementos de soporte para decidir llevar a cabo la inversión en las prensas, por lo que reunió el dinero que pudo y lo presentó como depósito para arrendar todos los molinos de aceite disponibles en la zona.
Firmar el contrato meses antes de la cosecha — cuando no existía competencia alguna — le brindó la posibilidad de obtener un mejor precio creando para sí un monopolio sobre la infraestructura de la época.
Sabemos que Tales no era una persona adinerada por lo que podemos inferir que no contaba con los suficientes recursos para arrendar todas las prensas, entonces ¿cómo es que pudo conseguirlo? Especulemos un poco al respecto…
Es muy probable que — con su genialidad — consiguió convencer a los propietarios de suscribir un contrato mediante el cual y ante el pago de un adelanto o “prima” tendría el derecho de alquilar las prensas si la cosecha resultaba abundante como él lo había previsto o perdería esta “prima” si su estimación hubiera sido fallida.
Esta estrategia le habría dado la seguridad de limitar al dinero adelantado las posibles pérdidas, dejando en libertad a los propietarios de arrendar a terceros las prensas. Al final, la historia tuvo un final feliz y la cosecha de aceituna se desarrolló tal cual Tales lo había previsto haciendo uso de su derecho de arrendamiento y posicionándose como la única opción para realizar la extracción del preciado aceite.
Llevamos años hablando de administración de riesgos; de futuros y opciones; de diversos tipos de análisis— técnico, fundamental, estacional —; pero simplemente parece que no aprendemos de la historia.
Seguimos desaprovechando las oportunidades que nos brinda el mercado y lamentando el declive de nuestra agricultura de granos, pero sobre todo el declive de nuestra economía familiar.
Sin embargo, veo con optimismo el arranque de este nuevo año, pues la clave seguimos siendo nosotros; la clave sigue siendo en qué tanto somos capaces abrir nuestras mentes a una realidad diferente, en que tanto somos capaces de soltar y no aferrarnos más a la idea de un gobierno paternalista para el campo; a la idea de hacernos responsables de nuestras propias decisiones, a la idea de fundar y motivar técnicamente esas mismas decisiones.
Las cadenas de valor — como la del maíz — requieren la participación de todos, requiere de la confianza de unos con otros. Tengamos presente que un sector bien organizado siempre será más fuerte que uno desorganizado, ¿no lo cree?
Juan Fernández del Valle es especialista en Administración de Riesgos y Agropecuaria. Con Alfredo García y Edmundo Banderas forman parte del directorio de Ferva Consultores